
La Ruta de la Seda
PASHMANÍA...
Un poco de historia: La Ruta de la Seda
La ruta de la seda es el camino que los comerciantes utilizaron para traer sus mercancías desde las lejanas tierras de Asia a lo largo de más de 5000 kilómetros hasta las aguas del Mediterráneo.
Los extremos de la ruta se sitúan en Alejandría y Bizancio en Occidente y en la ciudad china de Xian en Oriente. Pero este largo camino atraviesa ciudades como Damasco, Bagdad o Samarkanda, cruza el macizo del Pamir y alguno de los desiertos más secos del mundo como los del Gobi y Taklamakán.
A través de ella nos sólo llegaron los lujosos tejidos de seda realizados en China sino también piedras preciosas como el jade, objetos de cristal, alfombras y bellas orfebrería que pronto decoraron los grandes reinos europeos.
Fue Alejandro Magno en el año 327 a.C el que abrió el camino terrestre hacia la India y con ello favoreció la influencia griega en toda Persia. Poco después, desde China se iniciaron los contactos con estos lejanos pueblos de las estepas y comenzó la exportación de su valiosa seda.
Los romanos también quedaron impresionados por la calidad de estas telas siendo desde entonces objeto de codicia por los patricios más adinerados.
Los comerciantes compraban estos productos y los transportaban durante largas etapas de viaje; después los vendían a otros mercaderes incrementandose así su precio hasta llegar a su destino.La dureza de la ruta llena de desiertos y los continuos ataques de los ladrones a las caravanas, hicieron de este producto uno de los más cotizados durante la Edad Media.
Pero la Ruta de la seda no tiene sólo un carácter comercial. Sus caminos sirvieron para que entraran en contacto distinas culturas y religiones, convirtiéndose en un importantísimo foco cultural durante siglos. En sus caravanas además de mercancías viajaban técnicas agrícolas y artesanales, ideas y creencias. Gracias a ella se introdujo en Occidente el uso de la brújula, la pólvora, el papel o la porcelana.
Sobre Nosotros
Ahora en nuestra era seguimos comercializando con el gran legado que nos dejo el pasado con la infinidadde las mejores telas procedentes de varios países asiaticos como India, China, Nepal.
Realizamos nuestros propios diseños,únicos en el mercado y enfocados para la moda Europea como países como España,Francia e Italia. Trabajando con el mejor material del mercado Asiático tales como el algodón, viscosa y seda. Somos importadores directos.
Nuestro objetivo es ampliar la conocida Ruta de la Seda hasta llegar al corazón del Perú.
Mira en el pasado y usted vera el presente. ¡Tenga un recorrido feliz a lo largo de la Ruta de la Seda!
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Consejos de La Ruta
Llene un cubo con agua fría. Se utilíza agua fría para asegurarse de no dañar las fibras de seda o algodón.
Agregue 1 a 2 cucharaditas de detergente o champú para bebé en el agua y agitar el agua y jabón alrededor para crear burbujas.
Colocar el chal en la palangana y empujarlo por debajo de la superficie del agua. Agitar suavemente el chal con las manos en el agua jabonosa, pero no tuerza ni tire de él a medida que lo lave. Deje que la pashminas este en remojo en el agua por 15 minutos.
Vierta el agua con jabón y llene de nuevo el cubo con agua más fría o tibia para enjuagar la pashmina. Apriete suavemente el chal para eliminar todos los restos de jabón a partir de las fibras de seda o algodón, enjuagando hasta que no queda jabón. Puede que tenga que cambiar el agua varias del cubo.
Exprima el exceso de agua de la pashmina. No retorcer, las fibras de seda pueden sufrir con un mal trato.
Coloque una toalla de baño y colocar la pashmina húmedoa sobre la toalla. Enrolle la toalla con la parte interior de la pashmina para extraer más agua.
Repetir la acción si es necesario si sigue bastante húmeda la pashmina. Deje que el chal seque con la toalla lejos de fuentes directas de calor o luz solar.
Allanar las arrugas de la pashmina después de que se seque, si es necesario. Ajuste la plancha a temperatura baja y coloque una toalla entre la pashmina y la plancha para proteger las fibras del tejido.
Doble la pashmina cuidadosamente y guárdela en un lugar fresco y seco (como un cajón de la cómoda o un estante del armario).
¡¡Así se lucira como nueva!!
